La evaluación del sistema educativo está en auge, el número de pruebas internacionales es abrumador: PISA, TIMMS, TALIS,… La evaluación internacional de cualquier sistema parece necesaria, poder compararnos con los demás nos debería ayudar a corregir o por lo menos a pensar en lo que se hace y en por qué se hace. La impresión es que sólo se mide la educación, aunque habría que fijarnos en otros ámbitos de evaluación: ¿Se evalúa de igual manera el sistema sanitario? o ¿El sistema de gobernanza? o ¿El grado de transparencia de las instituciones? No lo parece, o socialmente no trasciende esa evaluación.
¿Por qué en educación estamos tan preocupados por la evaluación? Será que nos dejamos evaluar más? ¿Estamos convencidos de que mejora el proceso? Pero ¿Orienta realmente la acción educativa? o solo sirve para poner etiquetas a los alumnos, a los países, a los Centros, a los profes,…